El verano está pasando también casi sin darme cuenta. He estado unos días de vacaciones que no parecen vacaciones, la vida en general ya no se parece a mi vida, y yo estoy aún en proceso de aprendizaje de cómo son ahora las cosas. Hace poco decía Mar en su blog El tiempo de la marmota, que lo más difícil de ser mamá es resignarte a no poder hacer los miles de cosas que solías hacer, que quieres hacer, y no puedo estar más de acuerdo con ella.
El verano pasado pensaba mucho en el futuro, en todo lo que estaba por venir. Estos días, justo un año después, apenas tengo tiempo de pensar más que en el instante presente, el aquí, el ahora y el ya mismo. Visto así, es casi el ideal budista :)
3 comentarios :
Solo de leerte ya me entra el agobio! Con lo importante que es el tiempo para mí...
Para las que no tenemos hijos es muy difícil entender la maternidad desde fuera, al menos para mí. Me pierdo todas las razones que compensan a las carencias.
Besos.
Ja, ja, no pretendía agobiar a nadie pero sí, es complicado. Afortunadamente sí que compensa, aunque es difícil de comprender desde fuera, lo sé por experiencia! Durante muchos años me he preguntado por qué la gente se metía en semejante embrollo que tanto complica la vida, pero ya ves, todo cambia.
Gracias por seguir ahí, un beso!
Se van tomando elecciones en la vida, vamos tomando caminos. Claro, siempre tenemos el no puedo hacer esto o lo otro, pero creo que la decisión de ser madre es hermosa, dura, pero hermosa. Todo llegará. Y además ese aprendizaje de vivir el aquí y ahora es genial. Si la vida te está dando eso ahora es una suerte. Aprovéchalo!Un abrazo
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